ÁGUILAS (Murcia, España)Por Juan Soto Ivars Fotografía: J. M. Buitrago Aledo Cuando septiembre barría con su escoba de viento a los turistas, el pequeño pueblo costero se quedaba ancho y plano como el otoño. Entonces llegaba yo. El pueblo es Águilas, en la provincia de Murcia, que está en el sureste de España y pertenece a un desierto que se extiende hacia la provincia de Almería. Desde los años noventa, el desierto se
ILUSTRACIÓN: Huis Clos, de Jean-Paul Sartre. Por Patricia Gutiérrez. [Fragmento] ESCENA PRIMERA GARCIN y el MOZO DEL PISO GARCIN.—(Entra y mira a su alrededor.) Es aquí, ¿no? MOZO.—Sí, aquí es. GARCIN.—¿Una habitación así? MOZO.—Sí, una habitación así. GARCIN.—Bueno, a la larga…, a la larga probablemente se acostumbrará uno a los muebles. MOZO.—Eso depende de las personas. GARCIN.—¿Todas las habitaciones son por el estilo? MOZO.—No, imagínese… Aquí nos vienen chinos, indios… ¿Qué quiere usted que hagan con
Por Isabel-Cristina Arenas “Ya no se puede considerar la obra contemporánea como un espacio a recorrer. La obra se presenta ahora más bien como una “duración” que debe ser vivida, como una apertura a la “discusión ilimitada.” Nicolas Bourriaud —————————————————– En el otoño de 2005 estuve sin intención dentro de una de las obras del artista contemporáneo Rirkrit Tiravanija (1961). Según el teórico francés Nicolas Bourriaud las creaciones de este
Enrique Vila-Matas (Segunda parte) Por Violeta Serrano Enrique Vila-Matas no escribió siempre igual. Empezó en una máquina Underworld de la revista ‘Fotogramas’ y terminó en una computadora que llegó a su casa, por lo demás, contra su propia voluntad. Aquí nos cuenta cómo fue ese cambio, qué pasó cuando empezó a teorizar sobre su propia escritura, por qué se lo piensa dos veces cada vez que tiene que viajar a Buenos Aires y qué es
Enrique Vila-Matas (Primera parte)Por Violeta Serrano Faltan pocas horas para que el cielo de Buenos Aires se parta en dos pero eso, nosotros, aún no lo sabemos. Enrique Vila-Matas nos cuenta, para empezar, cómo, cuando era joven, Michi Panero le encerró en casa de sus padres una noche para controlarle, para que no saliera, para que pudiese asustar a los paseantes con un golpe en la ventana desde la oscuridad de su refugio. Más allá
BERLÍNPor Isabel Mellado Fotografía: Cecilia Molano La música llegaba a los dedos y empujaba. Yo obedecí, me deterioraba si no. Y los dedos me empujaron lejos, fuera del país. Gané una beca de perfeccionamiento. Me iría con la música a otra parte. A Berlín. ¿Qué llevo conmigo? Pocos objetos; algunos colores disfrazados de prendas de vestir y mi violín, mi tigre de Bengala. Cuando llegué habían cubierto de sal el suelo. El cielo se alivianaba
ILUSTRACIÓN: Árbol de Diana, de Alejandra Pizarnik. Por Patricia Gutiérrez. […] 20 dice que no sabe del miedo de la muerte del amor dice que tiene miedo de la muerte del amor dice que el amor es muerte es miedo dice que la muerte es miedo es amor dice que no sabe a Laure Bataillon 21 he nacido tanto y doblemente sufrido en la memoria de aquí y de allá 22 en la
Sobre La descomposición, de Hernán RonsinoPor Yago Ferreiro Poco sabíamos en esta casa del escritor argentino Hernán Ronsino y, si no fuera por el rescate de su primera novela, La descomposición, por parte de la editorial Eterna Cadencia, quizá nos habríamos quedado así, silentes, sin poder articular ni una palabra sobre su carrera, de la que ahora intuimos que tal vez sea de las más prometedoras de entre las voces que nos vienen arrullando desde
Por Dolores Caviglia Quizá lo que pasó fue que su plan se cumplió a la perfección. Quizá todos sus intentos por alimentar la leyenda de un escritor prolífico que perdió gran parte de todo lo que escribió en distintas mudanzas, más de veintisiete, y en diferentes pensiones dieron resultado. Quizá su insistencia en quedar por fuera del canon, aislado del grupo de los amigos borgeanos, fue exitosa. Tal vez es por esto que cuando
Por Javier López Menacho Ay mare mía, qué mala es la noche, la calle y la vida Juan Moneo Lara, el Torta Si buscamos en la Wikipedia los discos de Juan Moneo Lara “el Torta”, el Rey Moneo, el Grande, el indomable, el duende para algunos, del mismísimo flamenco, apenas encontramos grabaciones. Las que suenan, lo hacen con un Torta disminuido, enlatado en recopilaciones forzadas, sin rastro de unidad, con un desorden tan exagerado