Juan José Hernández (Tucumán, 1931-Bs. As., 2007), constituye un hito en la renovación de la narrativa que rescata la vida socialmente erizada de conflictividad social en los pueblos del interior de Argentina. En efecto, lo hace en su dimensión más cruel y despiadada, radiografiándola. Pero también ese es el punto de partida para la invención de ficciones, no un mero y simplista espejo de naturaleza mimética. Diera toda la impresión, por el contrario, de que
“El cine verdaderamente político es el que te puede hacer cambiar de idea. Por eso analizo cine infantil”, explica el escritor Juan Sklar desde su columna semanal en el programa Basta de Todo que transmite por radio Metro. Su segmento se llama Ideologías Animadas y así también se llama el libro que salió a la luz el pasado noviembre y contiene una recopilación de sus mejores análisis. Detrás de las historias de princesas y castillos,
Basta una máquina de escribir para que todo sea posible. El sonido de las teclas, su ritmo y voracidad decora y condiciona la música de la primera escena de Expiación, deseo y pecado (Atonement), una película británica basada en la novela de Ian McEwan. Dirigida por Joe Wright, parece una historia de amor trágico que ya se ha visto, escuchado o leído: Inglaterra, una familia de clase alta, servidumbre y dinero, lo prohibido y lo inevitable.
Es moneda corriente que, de tanto en tanto, el aceitado aparato de marketing de la industria editorial busque acaparar el foco de atención de los lectores con motivo de celebrar la supuesta aparición de una nueva estrella en el firmamento del ecosistema literario. En tales circunstancias, suele también ser común que muchos de nosotros cedamos ante la tentación y ante el deseo de la novedad. ¿Quién no ha
Una reina a punto de casarse, enanos, castillos y magia: antes de su primera página, La joven durmiente y el huso evoca el imaginario colectivo sobre los cuentos de hadas únicamente para hacernos entender que va a desafiar todas las construcciones culturales que se nos disparan en cuanto leemos el título de este libro. La propuesta de lectura se tiñe de advertencia para dejar un mensaje muy claro: “…aquí nadie espera que aparezca un noble
“Este mismo plato comemos con mis hijos ahora. La clara y la yema poco cocidas, el sabor dulce, los ingredientes simples. Felices juntos.” Hi, es fuego en japonés y Matsuri, festividad. Hi Matsuri es la festividad del fuego. Una celebración que tiene su origen en el año 1251 y representa la confianza en que el poder de las llamas transforma lo negativo en energía positiva. En esa clave está escrito Del Bosque florido: una vida
¿Cuál es tu libro pendiente/postergado más vergonzoso? En narrativa no leí nada de Saer. ¿Cuál es tu T.O.C. en la vida cotidiana? ¿y tú T.O.C. como escritora? Mi toc en mi vida cotidiana que tengo desde mi infancia es ir al baño a hacer pis siempre y religiosamente antes de ir a dormir y antes de salir de casa. Mi toc como escritora es leer los poemas en voz alta una innumerable cantidad de veces
¿Qué realidad vemos cuando los ojos nos fallan? En El trabajo de los ojos, Mercedes Halfon trenza autoficción y ensayo para construir una poética de la visión: revela la belleza de los mecanismos oculares y se pregunta por los modos en que las enfermedades visuales habilitan un (otro) modo de mirar el mundo. “‘No te quiero ver más’, le decía ella mientras paraba un taxi. No pude evitar espiarlos. Atardecía y los faroles recién prendidos
Fotógrafa, cineasta y artista plástica. Con todas sus facultades en éxtasis, miraba, sin aminorar ni un segundo la intensidad de la emoción. Había que sujetar la escena, las imágenes, para conjugar la observación sensible de la realidad con la expresión de su imaginario. Lo que quería Agnès Varda, Arlette como la nombraron sus padres, era mantenerse al nivel de lo inesperado y extraordinario de la cotidianidad. Ese fue su prodigio. Nació en Ixelles, Bruselas, el
Existe un documental acerca del escritor y crítico de arte John Berger llamado The art of loocking. En este documental póstumo, sobre el final, se ve a Berger dibujar en su estudio. Una caja cuadrada en un segundo piso, vidriada, con vista hacia las copas de los árboles. El viejo Berger dibuja con ceritas y luego desparrama el pigmento echándole agua encima. Dibuja una rosa. Y dice algo así: “existen ciertos objetos que portan un