En el libro ‘Un árbol de lilas’, un hombre espera sentado bajo un árbol mientras una mujer pasa frente a él con prisa en busca de un amor. Ella agota el mundo en su hacer, él consume el tiempo esperándola, hasta que la joven regresa y se encuentran.
Es probablemente la obra más difundida de la cordobesa María Teresa Andruetto, la única escritora hispanoamericana en obtener el premio Hans Christian Andersen, el máximo galardón de la Literatura Infanto Juvenil que se entrega a autores vivos.
Aunque en las entrevistas la autora menciona que el cuento es en homenaje a la historia de amor con Alberto, su marido, perfectamente podría representar su derrotero para lograr que la publiquen por primera vez. Porque requirió búsquedas, esfuerzo y a la vez paciencia.
La Tere, como le dicen con cariño en Córdoba, nació en Arroyo Cabral en 1954. Al mudarse a Oliva, narraba anécdotas que había leído por ahí y adaptaba libremente para presentar ante sus compañeritas de colegio una vida más interesante. Esa niña no soñaba con ser escritora.
¨Yo quería ser docente. Para mí lo máximo era ser profesora de Hispanoamericana y Argentina en la Universidad. Para eso me formé¨, cuenta Andruetto en la galería de su casa, que huele a jazmín del país.
Se licenció en Letras Modernas en 1975 y en el mismo año completó el Profesorado de Lengua y Literatura. En tiempo récord, porque sabía que sus padres, un inmigrante piamontés partisano, y una hija de inmigrantes también piamonteses, hacían un gran esfuerzo económico para que ella y su hermana Ana estudiaran instaladas en Córdoba en una pensión.
Esa urgencia en graduarse terminó siendo una fortuna. En esos tiempos comenzaron a encarcelar y desaparecer a personas cercanas, militantes estudiantiles como ella. Así que apenas recibió el título viajó al sur, a lo que ella llama “el exilio interno”. Se instaló en Trelew durante aproximadamente un año. Cuando ese lugar tampoco fue seguro regresó a Córdoba.
Los años de la dictadura fueron difíciles. No podía ejercer y buscó distintos trabajos mientras vivía de prestado con su pareja en una piecita de hotel en el Barrio Alberdi.
¨Se alquilaban habitaciones por horas, también a viajantes de escasos recursos, y algunas a modo de pensión. Cuanto más arriba estabas, más pobre eras. Nosotros vivíamos en la terraza¨.
Ahí nació su hija Juana en 1982 y el mismo día que la pequeña cumplía cuatro meses María Teresa se despertó de milagro. Se estaba desangrando. No había notado hasta entonces que en su útero tenía un tumor que creció al punto de lesionar la aorta. Para recuperarse fue necesario reposo absoluto durante un año. En ese contexto escribió ‘Tama’, su primera novela, pero pasaron diez años hasta que pudo publicarla.
El retorno de la democracia le permitió conseguir un trabajo estable por las mañanas como administrativa rasa en Pami. Por las tardes, obtuvo algunas horas docentes en secundarios, luego en un terciario. Y con la democracia, también llegó el Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil (CEDILIJ).
Este Centro se creó en 1983 para la formación de maestros, bibliotecarios y mediadores de lectura. Andruetto fue una de las fundadoras y durante diez años brindó talleres no solo en el ámbito docente sino también en cárceles o a grupos de mujeres en barrios.
Del CEDILIJ todos recuerdan ‘Delirio Urbano’, su taller de escritura para jóvenes, del que surgieron muchas figuras importantes de la cultura local. ¨El día que conocí a la Tere quedé impactada. Leía, con esa voz encantadora que tiene, autores como Ezra Pound, Juarroz, nos mostraba pinturas de Frida Kahlo y luego daba una consigna. Corríamos desesperados a escribir¨ dice, emocionada, la cantautora cordobesa Guadalupe Gómez. ¨Al final del día compartíamos nuestras creaciones y comentábamos lo leído. Aprendías de literatura, a escribir, pero también a recibir la palabra del otro y a brindar tu opinión como un dar¨.
En 1984 se mudó a una pequeña casa del FONAVI en Villa Allende, a unos kilómetros de la Capital. Ese año nació Josefina, su segunda hija y al poco tiempo se separó, quedando a cargo de las pequeñas como único sostén. Por eso sumó más horas de clases y talleres en distintos lugares, como en Cultura de Villa Allende, en una librería y hasta en el departamento de una amiga.
¨No sé cómo hacía para estar presente, mantenernos y encima escribir. En el verano, además, se hacía cargo de mis primas, hijas de Ana que murió de cáncer de mama muy joven. Nos sacaba a las cuatro en colectivo al cine, a ver obras y hasta a los jueguitos¨, cuenta Juana, su hija mayor, con orgullo y memoria.
Tere escribió tanto que aún hoy sigue publicando obra que nació en esa década de espera hasta ver su primer libro impreso. De esperar y hacer. Participaba en concursos y enviaba originales a editoriales. Sin mucho éxito más allá de algunas menciones, hasta que, en 1992, ganó el Concurso Luis de Tejeda con Tama. ¨Editaron la obra y me dieron un monto de dinero que usé para pagar unas horas de ayuda doméstica que me permitieron tener un poco más de tiempo para seguir escribiendo¨.
En 1993, además de esa novela para adultos, se editó el poemario Palabras al rescoldo y el libro de cuentos Misterio en la Patagonia. Desde entonces, no paró de publicar novelas, cuentos, relatos, poemarios y ensayos hasta contabilizar a sus 69 años unos cuarenta títulos. A principios de 2023 publicó Aldao, por la editorial Random House.
¨Sumar lectores le llevó otros diez años. Fue un trabajo de hormiga. Lograba premios y reconocimiento de la crítica, pero ella quería lectores y no solo en el ámbito infanto juvenil¨, dice Carlos Schilling, editor de Cultura del diario La Voz del Interior.
Además del Andersen de 2012, obtuvo el Premio Novela Fondo Nacional de las Artes 2002 por ‘La mujer en cuestión’, el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil en 2009 y el Premio Konex de Platino a las Letras en la disciplina Literatura Infantil en 2014, por mencionar algunas de muchas distinciones.
Desde hace más de una década dirige, junto a las escritoras Juana Luján y Carolina Rossi, la colección Narradoras Argentinas de la editorial universitaria EDUVIM. El catálogo, con una docena de títulos publicados, rescata obras perdidas, olvidadas o inéditas de escritoras relevantes de la segunda mitad de la década del XX como Elvira Orphée, Marta Lynch y Libertad Demitrópulos.
¨En el programa suelo decir que tenemos a una Nobel de la Literatura Infantil compartiendo una historia nueva cada viernes en su columna Gente Conmigo, para que la gente valore. Pero decir que la Tere es solo eso es un poco perezoso. Ella es más que eso. Es una referente cultural, social y también política¨, aporta el periodista Cristian Maldonado del programa Nada del Otro Mundo de la FM de la Universidad Nacional de Córdoba.
‘Ecos de la lengua’, un libro publicado en 2022, transcribe la ponencia con la que cerró el VIII Congreso de la Lengua Española 2019. Un discurso muy crítico.
¨Puedo pararme en el Congreso de la Lengua a decir cosas muy fuertes con buena escritura, con buena dicción, de buena manera. Sin enojo. Lo que me interesa es comunicar, convencer al otro para que pensemos juntos. Me interesa que el otro piense¨.