Hace unos días atrás encontré un pañuelo que me regaló mi abuelo a los 11 o 12 años por mi desempeño escolar. En consecuencia de este hallazgo, mi mente y corazón se poblaron de un montón de recuerdos vividos con mi Tata. ¿Quién no ha pasado por algo similar: recordar en torno a un objeto una historia personal y/o familiar? En el comienzo de ‘Autobiografía con objetos’, publicado recientemente por el sello Zindo & Gafuri,
Poesía
En la vorágine del particular año 2020, apareció en escena el último poemario de Claudia Masin: El cuerpo (Portaculturas, 2020). Sin duda alguna, su promesa permanece intacta: desobedecer y seguir desobedeciendo. La poeta y psicoanalista asume, una vez más, la magnífica y difícil tarea de desentrañar el deseo, aquella pulsión enigmática de la que estamos hechos; la que hace existir a los cuerpos. Al fin y al cabo, la desobediencia es condición sine qua non
Indudablemente somos seres sociales mediados por las palabras. Nacemos con una palabra que nos identifica, nos criamos con palabras que nos crean, nos educan, acusan, develan y/ o empaquetan. Bajo esta historia que nos antecede, la poesía como la expresión de la libertad nos brinda una puerta de escape, una ventana de emergencia, respira nuestra sensibilidad frente al mundo, contiene y libera nuestro legado, expresa nuestra identidad literaria y declara nuestra capacidad de felicidad. El
Franco Rivero construye una poesía en el filo del lenguaje, entre el español y el guaraní. Acude al paisaje para mirarse a sí mismo. Sus últimos libros Usted no viaja asegurado y Disminuya velocidad, recorren el tránsito de la infancia a la adultez, de Corrientes al Chaco, del Impenetrable al río Paraná y han sido reconocidos con el primer y el segundo premio del Fondo Nacional de las Artes en los últimos años. Es un
“La noche de La Paz es un laberinto que, al no tener principio, tampoco tiene fin y uno puede perderse para siempre”, escribe el llamado Bukowski boliviano fallecido en el 2006 como haciéndonos una invitación a perdernos en sus memorias. “Borracho estaba, pero me acuerdo” es un laberinto en el que una vez adentrado no se sale ileso. Es el libro del escritor Víctor Hugo Viscarra que nos enseña una cartografía del submundo marginal paceño,
¿Cuál es tu libro pendiente/postergado más vergonzoso? En narrativa no leí nada de Saer. ¿Cuál es tu T.O.C. en la vida cotidiana? ¿y tú T.O.C. como escritora? Mi toc en mi vida cotidiana que tengo desde mi infancia es ir al baño a hacer pis siempre y religiosamente antes de ir a dormir y antes de salir de casa. Mi toc como escritora es leer los poemas en voz alta una innumerable cantidad de veces
Esa máquina, que es el mundo, está obsesionada últimamente en enseñarnos solo sus ritmos fugaces, enceguecedores y lastimosos. Anegados, como estamos, de imágenes confusas y furiosas, que pasan rápidamente sin detenerse y nos dejan apenas sabores amargos, aceptamos a regañadientes y con un encogimiento de hombros la idea de que no parece haber modo de narrar de otra manera que no sea precipitadamente. El abismo está al alcance del camino y no tiene fondo: las
La literatura argentina tuvo en Oliverio Girondo al poeta que se consagró por recrear las angustias existenciales del hombre a través de un lenguaje despojado y salvaje. En la masmédula, su último libro, es lectura para transgredir y transmigrar. “De vértices quemados / de subsueño de cauces de preausencia de huracanados rostros que trasmigran / de complejos de niebla de gris sangre / de soterráneas ráfagas de ratas de trasfiebre invadida.” (1) Quizás la mayoría de
Rupi Kaur es la dueña de una voz que se distingue entre muchas otras voces de su generación. Escribe y dibuja. Sus poemas e ilustraciones se complementan en un discurso rupturista y provocador que está dando que hablar en Oriente y Occidente. Dos preguntas sobrevuelan su record de ventas en Amazon, su lugar en el ranking de libros más vendidos del New York Times y su millón de seguidores en las redes sociales. ¿Cómo una
No creció viendo dibujitos de Disney. Recuerda, sí, que tras ver Tarzán se le ocurría colgarse de las cortinas de la casa como si fueran lianas. Y lo hacía. Inquieto, hijo menor de cuatro hermanos. único varón. Cuando se hizo grande se licenció en Ciencias Físicas. Asegura, aún hoy, que la mirada de un poeta y la de un científico funcionan de un modo similar al “preguntarse por la naturaleza de las cosas y, a