El presente expuesto por la pandemia da cuenta de un mundo agotado y gris. Agotado como experiencia vital solo propone automatismos y de un gris que limita las posibilidades imaginativas. Maquínico y monocromático, nuestro tiempo apela de manera recurrente a la idea de normalidad (vieja, actual y futura) y parece no tener lugar para las diferencias. En este contexto el Monstruario de Zoe Hochbaum es como mínimo un desafío a la imaginación ante la mirada
libros
El libro es amarrado a una piedra para ser arrojado al lago de la nueva ciudad; es envuelto con una cuerda, ella lo sujeta al peso que le permitirá llegar al fondo, sin volver a la superficie. Los libros son peligrosos, las personas pueden ser detenidas o desaparecer a causa de ellos, como los padres de Clarice. Y en Brasilia el cielo es tan diáfano que, si se quemaran los libros en una hoguera, sería
Vuelvo a estos diarios. Siempre vuelvo por algún motivo. A veces para leer fragmentos en una terraza de Buenos Aires casi llegando el final del verano. Otras veces para tomar notas, otras para dormir acompañada. Un día descubrí que esta antología funciona como un oráculo. Por ejemplo ahora, que abro el segundo volumen por la página 143 y leo a Iosune de Goñi: “Quién habla a través de mi boca”. Entonces cierro el libro y