Hace unos días atrás encontré un pañuelo que me regaló mi abuelo a los 11 o 12 años por mi desempeño escolar. En consecuencia de este hallazgo, mi mente y corazón se poblaron de un montón de recuerdos vividos con mi Tata. ¿Quién no ha pasado por algo similar: recordar en torno a un objeto una historia personal y/o familiar?
En el comienzo de ‘Autobiografía con objetos’, publicado recientemente por el sello Zindo & Gafuri, Fernanda García Lao plantea que “cada cual es una enciclopedia de sus objetos”. Esta frase establece una referencia cómplice con Walter Benjamin sobre el vínculo entre la experiencia y los objetos, y nos brinda herramientas para comprender el enfoque epifánico que busca cada poema. La palabra “epifanía” proviene del griego epiphaneia, que significa “aparecer, ver y mostrarse”. En Benjamin, el arte debe descubrir y mostrar un modo profundo. En ese sentido, el escritor aportó una mirada anticapitalista y de ruptura simbólica y material con la manera de conceptualizar la experiencia vivida y percibida en relación con el mundo y su vinculación con los objetos. Benjamin, puntualmente, decía que el arte en el capitalismo va perdiendo su aura, es decir, su experiencia epifánica.
En García Lao podemos rastrear las huellas del viaje interior del poeta en torno a los objetos y lugares.
En mi infancia, mi abuelo me regalaba objetos que tuvieran una utilidad en la vida cotidiana en vez de juguetes. Muchos de los objetos que aparecen en varias de las secciones del poemario se enlazan en mi memoria a los de mi infancia.
El libro está dividido en tres secciones: inventario Mendoza, inventario León, Madrid y París y por último el inventario Mendoza/ Buenos Aires. En el inventario Mendoza aparecen un sinfín de objetos y lugares vinculados con la niñez, solo por nombrar algunos: moisés, una silla, un andador, un canasto, una pierna de yeso, un piano japonés, sábanas, un zapato, una muñeca, una caja musical, una cartera, un ventilador, una puerta y un dominó, entre otros. En los inventarios León, Madrid y París los objetos se vinculan con actividades cotidianas de la escritora en un sentido filosófico e existencial: el pasaporte, la mesa de luz del abuelo, botas soviéticas, la bicicleta, el reloj barato, el poncho marrón, la hoja en blanco se asocia a la soledad, la muerte, el trabajo, los cuerpos, el sexo y el amor. En el inventario Mendoza y Buenos Aires aparecen Borceguíes, la valija giratoria, la escoba de la abuela, la estatua, un comedor Luis XV, poemas, una cuna, un sillón, una valija. En este caso, los objetos se relacionan con el mundo de lo adulto, pero con un tono realista, distópico y real.
Es interesante cómo García Lao resuelve los finales de los poemas anunciando una serie de preguntas y/o reflexiones que nos invitan a tomar conciencia de la relación de ese objeto o lugar con la historia narrada.
En ‘Congreso Internacional de niños’ podemos leer la historia de una niña premiada en un concurso literario. Menciona lo que siente la niña y cuáles son sus resistencias en torno al premio recibido y finaliza con esta frase “Tu aspecto no es salvaje, la mente sí”. Esto revela el estado de esa niña en ese espacio. Si bien el texto no se refiere a un objeto concreto, sí muestra como la niña habita y se vincula con una habitación de hotel y un palacio.
La autora ni abruma ni cansa con la reiteración del método de utilizar una frase final que sea en tono de reflexión, pregunta o epifanía. Me detengo en particular en el poema “Lenguaje que hay que ocupar a las apuradas” que parte de una palabra de una franquista, ‘incorrezto’ en vez de decir ‘incorrecto’. Aquí establece una asociación del lenguaje poético aludiendo a los modelos políticos en especial el franquismo en España.
En la pasada Feria de Editores (FED), conversé con los responsables de la editorial Zindo & Gafuri. Y coincidimos en que este libro se relaciona con otros libros del catálogo en los que los autores fusionan lenguajes de diferentes disciplinas artísticas poesía–danza, poesía-cine, poesía–radio. ‘Autobiografía con objetos’ fusiona la poesía y el teatro y nos diseña una escena cotidiana que descubre epifanías y revelaciones.
A mi abuelo no le gustaban las mentiras. Sin embargo, a partir de los seis y/o siete años, en cada Navidad, antes de las doce, me revelaba el secreto. Me decía, Leandro, esta vuelta te tocó la paleta de paddle, pero no comentés y poné cara de sorprendido cuando la recibas. Sé que el recuerdo está atravesado por mi subjetividad presente, lo que siento ahora al recordar sus palabras. Reconocer eso dota el recuerdo de nuevos sentidos y miradas sobre cómo nos construimos como sujetos dentro de la sociedad y su cultura.
También en ‘Autobiografía con objetos’ hay un aire de mirar la realidad pasada con otros ojos. Es decir, subjetivar el recuerdo y proponerlo como lenguaje y experiencia, poesía y teatro, pulsión y tensión, en síntesis, una manera de registrar poéticamente los devenires y asombros cotidianos.
Autobiografía con objetos. García Lao, Fernanda. -1a ed. -. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Zindo & Gafuri, febrero 2022, 96 p.
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