Fogwill

El último naufragio de Fogwill

 Por Angie Pagnotta

Fogwill

“Siempre las cosas parecen a punto de caer”,  dice Fogwill en el comienzo de La introducción. Una caída hacia un final, hacia un camino o, tal vez, hacia una vida, otra vida, incluso la del propio autor. No en vano ésta es (si no aparece otro manuscrito más) su última novela, aquella en la que trabajaba días antes de morir. Ahí están sus palabras, su adn vital y literario,  su visión sobre un mundo que —a fuerza de profundidad— parece inhabitable pero es completamente nuestro.  Así también parece ser la historia del personaje de La Introducción, donde se describe la vida de un hombre de clase media que dos veces por semana tiene el ritual de pasarse lunes y jueves enteros en un complejo llamado Las Termas, donde realiza todo tipo de actividades físicas: desde gimnasia y natación hasta caminatas eternas dentro del predio. Mientras ocurre su actividad física, en su cabeza se mezclan como chispazos una serie de pensamientos, obsesiones y deseos que van circulando a lo largo de toda la novela.

En todo momento flotan dos ideas: la de huir y la de no pensar. El narrador, con muy pocos detalles al principio, reitera una y otra vez que gracias a la programación de su estancia en las termas evita pensar en lo que él mismo califica como situaciones en las que no se debe pensar. En ciertos  momentos, Fogwill juega con la breve pero remarcada necesidad de abstracción de su personaje (en la idea de huir o de qué es la huida, por ejemplo) que necesita evadirse de los pensamientos que lo conectan con el pasado y entonces busca refugiarse en el presente, como punto de anclaje con la realidad, una realidad estable, pragmática y física que elude sentimentalismos. Entonces el narrador va dando pinceladas del pasado en el presente, donde abunda la idea del amor y la atracción, aunque con más profundidad hacia el final de la novela, cuando aparece en escena una mujer casada con la que mantiene una relación inclasificable. Así el lector es llevado a distintos puntos de su biografía pero en el ahora inmediato, en la realidad de un hombre que está caminando por un parque y va pensando en lo que no debe pensar, pero piensa. En la infancia, el deseo, el dinero, el sexo, los comportamientos sociales, los estigmas y luego, especialmente,  el amor.

Fogwill está absolutamente dotado de poesía en este libro, y es una poesía de encanto, vertida esencialmente en la importancia de utilizar las palabras que parecieran ser las exactas y así logra transmitir una sensibilidad fina en los detalles que —en la sumatoria— sumergen al lector en la atmósfera de lo que se relata.

El libro es una fuente absoluta de riqueza y, para el lector que lo busque, advierto que no es una novela donde la historia sea la clave ni tampoco donde ocurren grandes sucesos; es más bien un diálogo intimista de un personaje con su vida y de nosotros con él, mediante la lectura. Es una invitación a pensar, a abrir las ideas en torno a unos hilos pequeños y prácticamente invisibles que se desprenden de lo cotidiano. A sumergirnos en sus representaciones del mundo, en los ojos de una historia y un camino elegido.

Fogwill volvió, aunque muchos lo daban por muerto.

 

Fogwill

 

Título: La introducción

Autor: Rodolfo Fogwill

Páginas: 128

Editorial: Alfaguara

ISBN: 9789877380736

 

 

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