“La noche de La Paz es un laberinto que, al no tener principio, tampoco tiene fin y uno puede perderse para siempre”, escribe el llamado Bukowski boliviano fallecido en el 2006 como haciéndonos una invitación a perdernos en sus memorias. “Borracho estaba, pero me acuerdo” es un laberinto en el que una vez adentrado no se sale ileso. Es el libro del escritor Víctor Hugo Viscarra que nos enseña una cartografía del submundo marginal paceño,
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