Existe un documental acerca del escritor y crítico de arte John Berger llamado The art of loocking. En este documental póstumo, sobre el final, se ve a Berger dibujar en su estudio. Una caja cuadrada en un segundo piso, vidriada, con vista hacia las copas de los árboles. El viejo Berger dibuja con ceritas y luego desparrama el pigmento echándole agua encima. Dibuja una rosa. Y dice algo así: “existen ciertos objetos que portan un
Pessoa
Es una tarde de verano en Castelar. Eso que se ve entre el follaje verde de un árbol son los ojos azules del pequeño Christian que escuchan. El jardinero municipal lo ha subido a una rama y, mientras corta las copas de los árboles, conversa con el abuelo del niño. Christian atiende a la charla de los dos hombres, fascinado. “Como el Barón Rampante”, dirá muchos años después. Pero a diferencia de Cosimo, Christian Kupchik
“La soledad podría ser un principio, un punto de partida, una patria, un refugio una guarida, el propio cuerpo…” Carlos Skliar Carlos Skliar (Buenos Aires, 1960) intenta en Escribir, tan solos (Mármara Ediciones, 2017) edificar la biblioteca de la soledad. Y digo intenta porque él mismo reconoce al final del libro que la gesta continúa inacabada. “La soledad es una biblioteca siempre incompleta”, dice, no como fallo, sino como condición para seguir leyendo, para