Emili Albi escribió un libro que toca la fibra de cualquiera. No es poco. Un libro que tuve que leer porque se me impuso. Me llegó un miércoles, me acuerdo, y estaba agotada -les pasará a todos últimamente-, así que lo abrí con cierta pesadez, sin mucho entusiasmo y sin embargo, pam, caí como un ratón en una trampa. La noche antes había dormido mal por preocupaciones varias, estaba muerta de sueño pero no, no
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