I Vive en una gran ciudad. Escribió su primera novela en un año y nueve meses. El cómo logró transitar el proceso de escritura y trabajo es un misterio –en parte- hasta para Leila Sucari. Podría haber partido de su experiencia de niñez en el campo. Conocer demasiado el terreno metiendo las patas en el barro. Luego, partiendo de lo propio, lo podría haber deformado apelando a su imaginación. Podría haber sido un sueño: un feto difuso que se esforzaba
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