…El grupo que se reunió en la orilla tenía un aspecto realmente extraño: los pájaros con las plumas sucias, los otros animales con el pelo pegado al cuerpo, y todos calados hasta los huesos, malhumorados e incómodos. Lo primero era, naturalmente, discurrir el modo de secarse: lo discutieron entre ellos, y a los pocos minutos a Alicia le parecía de lo más natural encontrarse en aquella reunión y hablar familiarmente con los animales, como si
Clásicos
Bajé del automóvil y cerré de golpe la portezuela. ¡Qué concreto, qué rotundo, se oyó aquel portazo en el vacío día sin sol! «¡Guau!», comentó el perro mecánicamente. Apreté el timbre, que vibró por todo mi sistema nervioso. Personne. Je resonne. Re-personne. ¿De qué profundidades de mi mente surgían aquellas tonterías? «¡Guau!», volvió a comentar el perro. Se oyeron pasos apresurados, que se detuvieron de repente, y la puerta se abrió con un seco chasquido,
…Mis secretos obstáculos, mi miedo inconfesado al baile de máscaras, no se habían aminorado con el cine y sus estímulos, sino que habían crecido de un modo desagradable, y yo, pensando en Armanda, hube de hacer un esfuerzo para que, por último, me llevara un coche a los salones del Globo y entrar. Se había hecho tarde y el baile estaba en marcha hacía tiempo. Tímido y perplejo, me vi envuelto al punto, antes de