marvel moreno

La invisible Marvel Moreno

«Es tan importante como Gabo, con la diferencia de que tiene una producción corta y limitada- Fabio Rodríguez Amaya, editor de Moreno y profesor de literatura de la Universidad de Bérgamo.

Marvel de mis ojos. Marvel maravilla. La etimología de su nombre, que muy probablemente viene del francés “merveille, «una maravilla» nos lo dice todo. Una escritora regia con una obra inacabada, cuya vida comenzó en Colombia, para trasegar y terminar en París.

Su vida se construye a través de su inadecuación en el canon caribe colombiano, profundamente machista. Una inadecuación que dio lugar a una exclusión de tal magnitud que la lleva a ser invisibilizada. Porque la mujer debía ser excluida de estas actividades intelectuales en la Colombia de los sesenta, setenta, ochenta, exclusión de la que fue objeto pese a haber pertenecido al menos a 3 grupos de la sociedad:

  1. Fue una “dama” de alcurnia en Barranquilla, capital principalísima de la costa caribe colombiana, al punto de ser nombrada Reina del Carnaval de esa ciudad en 1959.
  2. También frecuentó en 1960 el muy reputado Grupo de Barranquilla, grupo eje de la literatura y el arte nacional de la época. Sus integrantes ni siquiera la nombraban como parte del grupo a nivel público, a pesar de su asidua asistencia. Estaba sí, pero “al margen”.
  3. Perteneció también al grupo de los escritores latinoamericanos en París, y a pesar de inclusive participar activamente en la revista “Libre”, su nombre ha sido ampliamente ignorado.
descarga

Marvel Luz Moreno Abello nace el 23 de septiembre de 1939 en el lujoso barrio El Prado de la costera Barranquilla, en la más rancia aristocracia de la costa caribe colombiana, con una madre hija de poderosos y un padre abogado muy reputado en la ciudad.

Marvel se cría en un ambiente casi exclusivamente femenino y la primera educación la recibe de su abuela materna, personaje principalísimo en su vida quien siembra en ella la semilla de la curiosidad hacia el saber y hacia la necesidad de conquistar su independencia personal, como formas de salvación de la mujer. Su padre también la inicia en la música y la lectura de clásicos.

Estudia su primaria en el colegio religioso de «Nuestra Señora de Lourdes» y en 1950 comienza su secundaria en el colegio “La Enseñanza”, de las religiosas de la compañía de María del cual es expulsada por defender las teorías evolucionistas de Darwin contra la doctrina católica que niega las teorías darwinianas y se aferra a la creación divina, debiendo terminar sus estudios en un colegio público. Como dice Marvel en “En Diciembre llegaban las brisas”, “En “La Enseñanza” sólo entraban las niñas de buena familia o las herederas de los grandes terratenientes de la Costa que internaban a sus hijas mientras esperaban el momento de conseguirles un marido conveniente, y eso, siempre y cuando hubiesen nacido nueve meses después del matrimonio católico de sus padres, y los padres, o mejor dicho, la madre, hubiera observado a lo largo su vida una conducta ejemplar.”

ZI-0PQX-2003-DEC00-IDSI-8-1

En 1960 conoce a Alejandro Obregón, el pintor más importante de Colombia de la segunda mitad del siglo XX,  gracias a quien se relaciona con otros integrantes del llamado Grupo de Barranquilla, entre ellos, Álvaro Cepeda SamudioGabriel García Márquez y Germán Vargas Cantillo —quien la motivó a escribir—, Julio Mario Santodomingo, grupo que fue decisivo para su vida literaria. Allí también conoció a su primer esposo, el periodista y escritor Plinio Apuleyo Mendoza, con quien se casó en 1962 y tuvo dos hijas, Carla y Camila, esta última llamada así en honor a su amigo el sacerdote católico y posteriormente icónico guerrillero Camilo Torres, fundador del ELN (Ejército de Liberación Nacional).

El Grupo de Barranquilla fue una tertulia intelectual que integraron varias de las personalidades más destacadas de la cultura de Barranquilla, alrededor de los escritores José Félix Fuenmayor y el catalán Ramón Vinyes: los ya nombrados y además, Alfonso Fuenmayor,  Orlando Rivera «Figurita», entre otros. Discutían sobre todo de literatura, periodismo, cine y pintura. En horas de la tarde, al cerrar el establecimiento “La Cueva”, se dirigían al Café Colombia, que quedaba al lado, donde continuaban sus charlas, «que las más veces se convertían en algazaras dialécticas» y alcohólicas…

Inquieta ella, en 1964 entra a estudiar y se convierte en la primera mujer en la facultad de Economía de la Universidad del Atlántico. Pero nunca, nunca, se sintió cómoda en esa Barranquilla de la década de los 60.

En 1969 publica su primer cuento, “El muñeco”, en la revista Eco, en la que también publica, en 1975, su segundo cuento, “Oriane, tía Oriane”,

En 1971 se traslada definitivamente a París, en donde participa como redactora de “Libre”, revista literaria en español de vital importancia en ese período, dirigida por su esposo, en donde traba amistad con todos los grandes escritores del boom latinoamericano, entre ellos Carlos Fuentes, Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa. Así mismo, conoció a Octavio Paz, Severo Sarduy, Juan Goytisolo, Jorge Edwards, Jorge Semprum, José Luis Cuevas,  Rodolfo Hinestroza y Eduardo Manet. Nuevamente invisibilizada, el paso de Marvel por “Libre” no fue oficial, el único que la nombró fue Goytisolo, que la conoce en 1970, y la define como una mujer con gran valentía y rigor moral.

Sus obras literarias narran la problemática y vida característica de la mujer en una sociedad elitista, patriarcal, machista, religiosa y cerrada como era la Barranquilla de los años 1940 y 1960. El haber nacido en ese contexto y tener una especial intuición y observación, le permitió poder reflexionar sobre esa misma realidad sobre la que ella hacía parte, y no solamente narrarla, sino que más tarde, sin arrepentimiento alguno, decidir distanciarse de esa sociedad en la que nunca encajó.

En 1980 publica su novela La noche feliz de Madame Yvonne y empieza su periplo literario … que, para su desfortuna, jamás estuvo acompañado por la “gran maquinaria”. En París también dolía ser mujer.

40713592._SY475_

Sus obras literarias han sido de una gran divulgación especialmente en Francia y en la comunidad europea. Su obra publicada es corta pero sustanciosa:Algo tan feo en la vida de una señora bien”, 1980 Revista Eco; “En diciembre llegaban las brisas”, 1987, reediciones en 2005 y 2014, en mi opinión su mejor libro, ganador del premio literario internacional Grinzane-Cavour, en 1989, “El encuentro y otros relatos”, 1992; “Cuentos completos”, 2005.

Mención especial mereceEl tiempo de las amazonas”, 1994, que sale a la luz en 2020, un libro que nos habla de la imposibilidad del retorno y del atrapamiento de una mujer por su enfermedad. Pese al deseo de la misma Marvel de verla publicada, tal como lo evidencian las cartas a los investigadores Jacques Gilard y Fabio Rodríguez Amaya, sus albaceas literarios, y a Jacques Fourrier, su segundo esposo, sus hijas y su primer esposo, el escritor Plinio Apuleyo Mendoza, al parecer retrasan por mucho tiempo su publicación (¿al juzgar que “no está a la altura de la anterior”?) … Algo obvio, pues se trata de un relato cruel y desgarrador, en el que, entre otras cosas, hace alusión a momentos que sugieren el desvelamiento de secretos familiares y un tremendo machismo y posible maltrato y abandono…  Múltiples e inacabados personajes -muchos con carácter autobiográfico de la autora- nos desgarran con sus tremendas historias.

Marvel se va alejando del mundillo parisino artístico a medida que su salud empeora, cultivando así su imagen de aislamiento y fracaso. En 1995 fallece a causa de enfisema pulmonar, agravado por su condición de base, lupus, en París. Horas antes logra escribir las primeras líneas de un cuento que tituló «Un amor de mi madre»…

A su muerte, su obra toma una mayor vigencia, como sucede con los artistas notables: su trabajo rescata el pensamiento y el rol de la mujer en la sociedad de las clases altas en el Caribe colombiano, y en general en toda América Latina. Por tal razón, muchos de sus textos han sido catalogados como feministas, de tránsito progresivo entre una sociedad patriarcal al rol igualitario de la sociedad del siglo XXI.

Leer su obra causa dolor. Ese dolor de la mujer inacabada, frágil, enferma y que evoca necesariamente su propia muerte, dado el fuerte carácter autobiográfico de la misma. Al punto que, por ejemplo, la influencer @monicapalacios, más conocida como Black Magic Woman se atreve a decirnos que Leer a Marvel Moreno me ha parecido una experiencia equivalente a caminar con tacones muy altos de tacón puntilla sobre una manga empantanada. Los stilettos o tacón puntilla se hunden muy fácil en superficies blandas, y hay que caminar desenterrando el pie a cada paso.”

Así que esta es una invitación a desgarrarse de a poco, a llorar, a conocer la autobiografía de una mujer despedazada, a conocerla paso a paso con cada cuento, con cada novela, con cada personaje que construye. Da miedo, pero vale la pena.

Leave a Reply