One Comment
  1. Reply Susana Mistretta 7 marzo, 2017 at 9:04 pm

    Extraordinario relato intimista, que oscila entre la nostagia de la niñez perdida (vista ahora con ojos diferentes a los de esa época) y la reflexión existencial de un adulto que reconoce las semillas de su vocación, de su posicionamiento filosófico y de las vivencias que fueron madurando su profesión. Entre el bosque (o parque, por la referencia del título) de lecturas, de músicas, de íconos), se destacan los árboles que echaron raíces fuertes: la escritura, el cine, el rock. Entramado entre sus ramas se puede percibir esa contradicción de querer recuperar lo perdido, pero valorando el camino recorrido. Un placer leer este texto, porque también es reconocernos como sociedad, reconocer los problemas de los jóvenes, reconocernos a nosotros mismos.

Responder a Susana Mistretta Cancel Reply