Julián López

«Soy megalómano, paranoico y ritualista»

 Por Julián López

Julián López

Fotografía: Pablo Rey.

(1)          ¿Cuál es tu libro pendiente más vergonzoso?

Muchos. Guerra y Paz, supongo.

 (2)          ¿Cuál es tu T.O.C. en la vida cotidiana? ¿y tú T.O.C. como escritor?

Estoy lleno de esas cosas pero a la vez soy muy distraído, por tanto me cuesta identificar una en particular. Pero soy bastante megalómano y paranoico: la fantasía es que un día voy a llegar y el edificio en el que vivo va a ser un montón de cenizas humeantes. Como también soy ritualista espero que en este sencillo acto de confesión queden conjuradas esas fantasías tremendas.

(3)          ¿Alguna vez robaste un libro?; ¿cuál, dónde y por qué?

Nunca. Tengo una incapacidad absoluta para robar y me parece bastante mediocre no tener una experiencia de ese tipo para poder contar.

 (4)          ¿Cuál fue el último libro que no pudiste terminar de leer y por qué?

Canadá, de John Ford. Me gustó mucho hasta la página 150, más o menos, después de ahí me resultó aburridísimo. No creo que la situación inicial que plantea, llena de contingencias y de personajes buenísimos pueda competir con 350 páginas de uno sólo de esos personajes. El menos interesante para mi gusto.

(5)          ¿Qué premio no estarías orgulloso de recibir?

El premio al mejor compañero en la escuela Vucetich.

(6)          ¿Cuál fue la primera palabra que pronunciaste?

Calistenia.

(7)          ¿Cuál es tu palabra preferida?, ¿y la más odiada?

Ajá es una de mis preferidas, hace poco escribí una pequeña nota sobre eso para una revista cultural. Me parece muy correntina, muy sonora, se abren los esteros ante esa onomatopeya animal; realmente me gusta mucho. La uso mucho.

La más odiada no sé, hay una que me desilusionó siendo muy, muy joven: mocasín. Yo decía bocasín, estaba seguro de que era con b. Algún desalmado, de esos que nunca faltan, debe de haberme corregido. Es una palabra que nunca uso, igual que el calzado que nombre, de usarla diría, claro, bocasín y miraría fijo y muy serio a mi/s interlocutor/es.

(8)          ¿De qué título te hubiese gustado ser autor?

El guardián entre el centeno.

(9)          ¿Cuál es el libro que más has subrayado?

Neptuno, de Liz Greene.

(10)       ¿Recuerdas dónde y en qué época leíste ese libro?

Hace 20 años, en el departamento de un ambiente que alquilaba en la calle Costa Rica.

(11)       ¿Qué frase recuerdas haber subrayado y que haya quedado grabada en tu cabeza?

Tengo una memoria horrible pero sí recuerdo: Regarde dans le mur aveugle le regard qui t’epie.

No hablo francés, ni siquiera sé si es correcta y no es del libro mencionado, es de una novela de Eduardo Mallea que estaba en mi casa de infancia y que abrí cuando era un púber. Logré traducirla y quedé muy irradiado.

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