Los laberintos generan una gran fascinación, pero también desconcierto. Pueden estar hechos de muros, pero también de palabras. ¿Cómo podemos perdernos en una canción?
“Hotel California”, la mítica canción de la banda estadounidense “The Eagles” lanzada en 1977, fue la entrada a la historia grande del rock. A una melodía de Don Felder, primera guitarra, Don Henley, el líder, le puso letra para crear un clásico que lleva más de sesenta de millones de copias vendidas y está en el top ten de la historia mundial del rock. Sin embargo, la composición se pierde con sus metáforas en un laberinto del cual, hasta ahora, nadie encontró la salida.
“En una oscura carretera desierta / Viento fresco en mi cabello / Tibio olor de colitas / Elevándose por los aires”. Don Henley decía: “Este álbum es un álbum conceptual, no podemos negarlo, no tiene lugar en el Lejano Oeste, con vaqueros y demás. Es más urbano esta vez (…) Este año se celebra el bicentenario de los Estados Unidos, ya sabes, el país tiene 200 años, así que pensamos que ya que somos los Eagles y que el águila es nuestro símbolo nacional, estábamos por ello obligados a hacer una mención al bicentenario usando California como un microcosmos del conjunto de Estados Unidos…»
En las entrañas de la Historia de Estados Unidos sobrevive “el sueño americano”. Es la trampa de cualquier ambición. El lujo de Los Ángeles está sobre los cimientos del lejano oeste, la tierra de la fiebre del oro con la anarquía de los vaqueros y sus rifles. La ciudad florecida en los setenta, con sus desiertos y montañas, se vio como el oasis de los sueños para triunfar. La industria de la música encontró el oro de la mano de productores como Phil Spector y grupos como los Beach Boys, los Byrds, The Mamas and the Papas. Muchos jóvenes armados con sus guitarras y la consigna de vida “sexo, droga y rock & roll” emprendieron el viaje hacia el oeste. Cuatro de ellos se unieron para formar Eagles.
“Espejos en el techo / El champagne rosado sobre hielo”. Don Henley explicó la letra diciendo: «… describe la creación del título como un resort de lujo, donde puedes pagar la cuenta en cualquier momento, pero nunca puedes salir; la canción es una alegoría sobre el hedonismo, la autodestrucción, y la codicia de la industria de la música de finales de 1970… es básicamente una canción sobre el lado oscuro del sueño americano y sobre el exceso en los Estados Unidos, que es algo sobre lo que sabíamos mucho».
Por fuera de la propia banda, aparecieron otras voces para explicar la letra. Eagles fue telonero de “Jethro Tull” (banda inglesa de rock), su líder, Ian Anderson, en varias ocasiones expresó el posible plagio de Hotel California sobre su canción “We Used to Know», del álbum “Stand Up” de 1969. Mientras algunos fans afirman que se trata de un rito satánico: “Lo apuñalan con sus cuchillos de acero / Pero simplemente no pueden matar a la bestia”; otros que se trata de un psiquiátrico de California: “Puedes salir cuando quieras / Pero nunca podrás irte”. Sin embargo la explicación más trascendida, no viene del lejano oeste, ni siquiera de Estados Unidos. Hay que ir hacia el sur.
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En Baja California Sur, México, la península que Hernán Cortés creyó una isla, se encuentra una ciudad designada como pueblo mágico. Se trata de Todos Santos, heredera de una antigua misión jesuítica “Santa Rosa de las Palmas de Todos Santos” (1733). Es un oasis en medio del desierto al pie de la Sierra de la laguna. Hay allí una particularísima historia.
El Sr. Wong, un inmigrante chino, encontró su propio sueño: construir una familia, y un hotel. Se casó con una mujer de Tabasco, con quien tuvo siete hijas y comenzó su empresa. El hotel contaba con dieciséis habitaciones, un gran patio, restaurante, una tienda y una gasolinera. Como Melquíades en el Macondo de Cien años de soledad, el Sr. Wong fue el primero en llevar hielo a Todos Santos. Despachar combustible y cerveza fría, lo hizo parte de la historia de la península. El hotel se llamó “Hotel California” inaugurado el 5 de febrero de 1950. Se construyó al lado de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, la de la antigua misión. Las campanas se escuchan todos los días como si sonaran dentro del hotel.
Con más de 70 años, la mayor parte del hotel fue propiedad del “Chino”, como se lo conoce en Todos Santos, pero pasó por varias manos. En 2001, fue comprado por la pareja canadiense John y Debbie Stewart. Al año siguiente comenzaron la restauración y remodelación. Con un estilo moderno y elegante, combinando la tradición colonial de la arquitectura y sus antigüedades con colores brillantes y plantas, lograron un deleite para los sentidos. De las dieciséis habitaciones originales, conserva once en suites. La estación de gasolina del Sr. Wong se convirtió en tienda y galería del hotel boutique, con un especial cuidado en el restaurante y el bar.
En esta tierra bendita por su presente maldita por su pasado (guerras, invasiones, plagas), la letra de la canción encontró su raíz mexicana. Tiene que ver con una leyenda. Don Henley se hospedó en el Hotel California de Todos Santos, habitación 6. Cuando arribó al lugar, una mujer lo recibió y prometió una copa de vino de bienvenida, pero nunca volvió. Por las noches se presentaba en su cuarto. Esta mujer es Mercedes, el fantasma del hotel que lo habita desde los tiempos de Wong, ofreciendo una copa de vino a los turistas para luego desaparecer. De esta experiencia surgiría la letra de la mítica canción: “Allí estaba ella en la puerta / Oí la campana de la misión / Entonces ella encendió una vela / y me mostró el camino…/ Por favor tráeme mi vino / él dijo / no hemos tenido ese espíritu aquí desde 1969”.
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Del champagne rosado sobre el hielo a la promesa de Mercedes de una copa vino, las dos California quedaron enfrentadas. El 1º de mayo de 2017, Eagles presentó en un tribunal federal de Los Ángeles, una demanda contra el hotel mexicano por vulneración de marca. La demanda estuvo fundada en el uso de la marca por parte del hotel, con publicidades y merchandising de objetos sobre Eagles hacia el público de Estados Unidos, y el firme argumento que la banda ni siquiera conoce México. El problema para Eagles es que el hotel funciona con la marca desde 1950.
Como contrademanda el hotel peticionó la patente de la marca en la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos. Cuenta con 28 permisos válidos de registro de marcas en México desde mucho antes de la formación de la banda. La patente fue negada, casi como una obviedad, pero lo que sorprendió es que el juicio nunca terminó. Se retiró la demanda en enero de 2018: Eagles y el hotel hicieron un acuerdo por fuera del tribunal del que nada se sabe.
El hotel California no volvió a hacer alusión alguna sobre Hotel California o The Eagles. Toda la tarea de restauración dio sus frutos. Varios premios por diseño y decoración, y clasificado Todos Santos como el 7º destino emergente en el mundo en 2010 por Tripadvisor, convirtieron al hotel en referente para llevar a cabo festivales de cine, literatura y muestras de arte.
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El incalculable éxito de Hotel california, una vara muy alta para todo de que vino después, y una tensión interna: el juicio que Don Felder realizó contra Eagles (2001), y la muerte de Glenn Frey (2016), guitarrista y cofundador de la banda, fueron situaciones irreversibles. Pero el show debe continuar. Seattle tuvo su última función el 5 de noviembre de 2021, donde estuvieron acompañados por una orquesta y un coro presentando todos sus éxitos.
Para quienes deseen visitar el hotel de Todos Santos, sus puertas están abiertas con la calidez y buen gusto tanto en las instalaciones, el menú, y los especialísimos tragos del bar. No debe sorprender que la habitación 6 siempre esté reservada y conserve las paredes rojas. Y que al entrar al bar, vean una copa de vino esperando en el mostrador.
Fascinante derrotero el descripto Jorge. Habrá que ir a visitar el hotel. Mientras sigo escuchando el tema.
Un brindis desde aquí con mi copa de vino en alto.