Puede decirse que fue un día perdido; pero todavía estoy por saber qué es un día ganado. Mario Levrero Si algo nos ha demostrado el estado actual de las cosas es que la literatura (entre otras formas de ficción) sigue siendo una herramienta para pensar el presente. De los ejemplos literarios para pensar el presente, los que mejor suerte han corrido son, por razones obvias, las ficciones distópicas, apocalípticas y postapocalípticas. Es innegable lo productivas
Penguin Random House
Es moneda corriente que, de tanto en tanto, el aceitado aparato de marketing de la industria editorial busque acaparar el foco de atención de los lectores con motivo de celebrar la supuesta aparición de una nueva estrella en el firmamento del ecosistema literario. En tales circunstancias, suele también ser común que muchos de nosotros cedamos ante la tentación y ante el deseo de la novedad. ¿Quién no ha
Una reina a punto de casarse, enanos, castillos y magia: antes de su primera página, La joven durmiente y el huso evoca el imaginario colectivo sobre los cuentos de hadas únicamente para hacernos entender que va a desafiar todas las construcciones culturales que se nos disparan en cuanto leemos el título de este libro. La propuesta de lectura se tiñe de advertencia para dejar un mensaje muy claro: “…aquí nadie espera que aparezca un noble
Ratificar lo iniciado dando un paso hacia delante. Ese fue el desafío que afrontó Félix Bruzzone (Buenos Aires, 1976) con Los Topos. Luego de su iniciático libro de cuentos 76, Los Topos es su primera novela que gira en torno a convivir y sobrellevar las ausencias. Éstas tienen la particularidad de estar ligadas a las desapariciones que provocó la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983). En marzo del 76 desapareció su padre, en agosto nació el