La música alternativa uruguaya está cambiando: nuevos y nuevas protagonistas conforman un cambio generacional en el under.
Flor Sakeo es una artista difícil de encasillar. Con influencias que van desde la psicodelia, Hendrix, Black Sabbath y el punk rock neoyorquino, se ganó un lugar privilegiado en la escena under montevideana. En 2023 publicó Alba, su primer álbum, por el que está nominada a los premios Graffiti en las categorías de mejor álbum de rock y solista femenina del año.
A partir de la pandemia, hubo una explosión de bandas cuyas raíces van desde el punk, el rock gótico y el grunge. Los bares y sótanos de Montevideo se han visto atestados de músicos muy jóvenes y sus seguidores fieles, que acuden con ganas de hacer pogo y disfrutar de la noche en un ambiente alternativo. Con actitud y pasión, la música de Flor Sakeo es una de las más prometedoras del ambiente.
Compone desde muy chica, y cuando su abuela le preguntaba qué quería ser de grande, ella respondía “cantante”. En la adolescencia, su primo le mostró los Ramones, le prestó un CD y quemó los parlantes de su casa escuchándolos. Participó de varias bandas, entre ellas Hijas del Rigor, compuesta solo por mujeres, Los Lunes y una banda de covers de Joan Jett. Se apartó de la música, pero en la cuarentena sintió que estaba “enloqueciendo”, y que componer era “lo que sabía hacer” y que “tenía cosas para decir”. Decidió grabar Alba “y después todo se fue a la mierda.”
-Estuviste unos años sin tocar y después volviste, ¿por qué? ¿Cómo fue el proceso de volver a la música?
-Fue un viaje. La conexión con la música es algo muy peculiar para mí, algo que cuido mucho. Es lo único que de alguna manera me protege o me trae a tierra. Es mi lugar seguro. Me fui sacando de encima un montón de presiones que tenía, como crecer y no tener un disco grabado. Fue un proceso de revolver tripas, entender inseguridades. Alba es muy autorreferencial en ese sentido y habla de todo ese proceso de autodescubrimiento y de autoaceptación. En un momento me di cuenta de que las canciones contaban una historia, que si las juntaba eran algo. Me costó, al principio, pero después me encontré. Yo quería bajar la data y dejar un disco registrado para después, en algún momento mirar para atrás y decir lo hice. Inmediatamente lo tomé como un hijo, fue un momento de parir. Se gestó un montón de tiempo, y ahí aprendí a dejar de lado la vergüenza, a entender que no todas las ideas eran buenas, a aceptar opiniones ajenas.
–Alba ha tenido una respuesta positiva de parte del público y de la crítica (por ejemplo, con las nominaciones al graffiti), ¿qué sentís al respecto?
-Siento mucha gratitud. Me pasa que no entiendo realmente qué sucede y cómo es que conecta de alguna forma, si es desde la música, las letras, la banda en sí. Me pone muy feliz que la gente abrace las canciones. En el momento en que yo subí Alba entendí que ya no era algo mío, y era algo que iba a quedar ahí colgado, y tenía pila de miedo. Pero la gente lo adoptó y eso me hace muy bien.
-¿Cómo fue el proceso de grabación de tu álbum? ¿Recibiste apoyo o fue un proyecto completamente autogestionado?
-Todo el proceso fue autogestionado. Fue loco porque gran parte del disco lo pagué con un mueble que no usaba, que me había regalado mi tía. Estuvo publicado un año en Mercado Libre pero nadie le daba bola. Y cuando me pasaron la data de cuanto costaba grabar Alba no sabía qué hacer para costearlo. Pensé en hacer stickers, remeras. Pero a los dos días me llega un mensaje de alguien preguntándome por el mueble. Lo vendí y con eso pagué gran parte del disco. La vida a veces es muy mágica realmente.
-¿Qué significa ser una mujer en el ámbito del under uruguayo?
-Para mí ser mujer es ser un humano más. Sé que durante mucho tiempo fue diferente la cuestión, pero hoy se puede ver un cambio de conciencia. Creo que lo estamos cambiando entre muchas personas: público, musiques. Igual, siento que falta todavía. Sí tengo espacio, lugar, voz y voto gracias a un montón de mujeres que vienen de antes, pero hay poco espacio para, por ejemplo, personas del colectivo LGTBQIA+. Faltan voces todavía, pero agradezco el paso de todas las colegas que han venido luchando para que las que hacemos música hoy en día tengamos el camino mucho más allanado.
-¿Crees que hay oportunidades para los artistas alternativos en el mercado uruguayo?
-Están apareciendo. Me parece que es un camino lento y de alguna forma también es incierto. De a poco se están abriendo otro tipo de puertas. Hay otra conciencia acerca de eso. Pero también va en la unión que está habiendo entre las bandas. Ha habido producciones en salas mucho más grandes de las que estábamos acostumbrados a tocar. Estamos haciendo más ruido, creo.
-Hay gente que dice que el under montevideano está reviviendo, ¿vos lo ves así?
-Para mí siempre hubo una movida under, pero lo que hay ahora es un cambio generacional. Creo que es lo que hace que haya otro tipo de conciencia y otras formas de hacer las cosas. La pandemia en medio también hizo una especie de cambio. Hoy en día hay otra energía en el under.
-¿Qué significa ser una música autogestionada en Uruguay?
-En mi caso significa tener mucha suerte, porque es muy difícil. Hay un montón de cosas a las cuales tuve que elegir o renunciar. Es un placer, igualmente. Es un privilegio sacrificado. Tiene una parte noble también, de poder hacer lo que a una le gusta, con personas que también están en la misma, y de poder fomentar lo que querés cambiar. Es como una comunión entre un montón de personas que le estamos metiendo y que nos expresamos, no solo con la música: hay gente que hace serigrafía, diseño gráfico, y entre todos se genera ese mundo. También tiene una parte de que tenés que estar reinventándote creativamente, en plan: “no hay tal cosa, bueno, está bien, ¿qué podemos inventar?” Y eso está buenísimo.
-¿Qué significan Alba y tu música para vos?
–Alba significa un acto simbólico muy importante de un quiebre en mi vida, de entendimiento y aceptación de lo que soy, lo que hago y lo que me gusta hacer. Significa la conexión con mi infancia, con mi esencia, con lo que me hace ser lo que soy. Alba significa tantas cosas. Significa perseverancia. Fue una manera de abrazarme, de que entraran nuevas personas en mi vida. Para mí representa muchísimas cosas.