Sobre La inmensa soledad, de Frédéric Pajak
Por Isabel-Cristina Arenas
“A fuerza de morir en Nietzsche y Pavese, he acabado naciendo,
caminando sobre mis propias piernas y creciendo y envejeciendo”
Frédérick Pajak
Frédéric Pajak va por primera vez a Turín en 1994 y pasa sus tardes de otoño pintando frente al rio Po; al principio paisajes, después la ciudad. Al llegar la noche relee los libros de Cesare Pavese y Friedrich Nietzsche, sus lecturas de juventud. Al día siguiente hace lo mismo, y al día siguiente lo mismo, hasta que son revelados los tres “niños mojados ante la tumba de su padre”. Ilustra los momentos de soledad, la locura de Nietzsche, la melancolía de Pavese, el desamor de los dos. Después de cuatro años de un aparente trabajo de duelo termina, en 1999, La inmensa soledad, un ensayo gráfico.
Cortesía de Errata Naturae
Orfandad, melancolía, enfermedad, locura, y suicidio, en ese orden; y Turín como unificador de las biografías. El accidente de coche del padre del Pajak es la muerte del mundo como él lo ha conocido, a partir de ese momento todo es reconstrucción. Su vida, la del poeta italiano y la del filósofo alemán se juntan en los caminos recorridos por la ciudad a través de aproximadamente 300 ilustraciones del autor. Pajak dibuja con rabia la locura que mató al genio, los ojos interesados y abusivos de la hermana de Nietzsche (de niña con un perro, de joven, de vieja y como sombra de Hitler). Elisabeth Nietzsche se convierte en la macabra guardiana de su obra y sirve la cabeza de su hermano. De Pavese resaltan las manos que escriben sus últimas palabras, los ojos vacíos que caminan por las colinas, la cama y la calle desolada del Albergo Roma y el gato que se desliza por la puerta. Y de los dos protagonistas, la constante presencia femenina durante su crianza, pero la dolorosa ausencia de una mujer propia; el amor idealizado, los rechazos incontables. Dice Pavese: “Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, y no importa qué amor, nos pone al desnudo en nuestra miseria, en nuestro estado inerme, en nuestra nada”.
Turín, es la ciudad en la que los dos dejaron de existir. El arte no fue, por lo menos para ellos, el mago capaz de curar y de salvar, no les hizo olvidar lo absurdo de la vida. Pavese tomó un veneno junto a unas pastillas para dormir, Nietzsche abrazó un caballo y cayó al suelo en su primer ataque de apoplejía. Pajak por su parte, también en esta ciudad, logró pintar, escribir y convertirse en él mismo; encontró lo que buscaba un año antes de cumplir los cuarenta, había superado la edad de su padre muerto, los treinta y cinco; quizá todavía hoy no haya ido a visitar su tumba. “Un día me iré, con los pies por delante, junto a él, y junto a mi abuelo, a un cementerio de Estrasburgo”.
Pajak dice que la literatura no revela nada, que, en todo caso, esconde. Sin embargo, él lo ha hecho. Ha encontrado el punto de unión entre dos autores del siglo XX que aparentemente no tenían nada en común. A medio camino se cruza Giorgio de Chirico y la influencia de Nietzsche en sus pinturas. También Jackson Pollock y Vincent van Gogh se pasean por allí. ¿Y la música? Nietzsche cantaba y maltrataba un piano cuando ya había perdido la razón, es entonces cuando se recuerda a Hans von Bülow criticando duramente sus composiciones y el silencio de Richard Wagner al oírlo tocar. El lector puede irse por las ramas y buscar ejemplos de la influencia de los retratados en la obra de otros artistas: ¿Cómo entender a Richard Strauss sin Nietzsche o a Ricardo Piglia sin Pavese?
Cortesía de Errata Naturae
Dibujo, filosofía, biografía, autobiografía, arte y literatura, todo junto en un libro, el invento que le ha dado a Frédéric Pajak el reconocimiento que se merece al recibir el Premio Médicis de Ensayo en 2014 por su Manifiesto inacabado. De La inmensa soledad es muy difícil extraer lo más importante, lo más llamativo, todo en conjunto y por separado lo es. Cada ilustración necesita tiempo, mucho más las que simbolizan la locura de Nietzsche. ¿Qué habrá dejado Pajak escondido en el cajón?
Título: La inmensa soledad. Con Friedrich Nietzsche y Cesare Pavese, huérfanos bajo el cielo de Turín
Autor: Frédéric Pajak
Páginas: 320
Editorial: Errata Naturae
ISBN: 978-84-15217-87-9
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