Por Carlos Skliar Fotografía: Francesc Fernández Soy niño. Es decir: no quisiera perderme en la ciudad, adoro los tropezones y odio la corriente eléctrica y el olor a coliflor que a veces llega desde la cocina. Apenas si puedo comprender la redondez de la tierra o la hondonada hacia arriba del cielo o los murmullos que atraviesan mis juegos a la hora de la siesta. No entiendo de qué está hecha la sombra, qué
Sobre La hermana menor. Un retrato de Silvina Ocampo, de Mariana EnríquezPor Violeta Serrano Continuidad De Los Libros dialoga con Mariana Enríquez a propósito de su último libro: La hermana menor. Un retrato de Silvina Ocampo. La publicación, editada por Leila Guerriero para la colección ‘Vidas Ajenas’ de la Universidad Diego Portales de Chile, ya se puede conseguir en la Argentina. Un paseo por la posible identidad de una de las autoras argentinas más insólitas
Por Luis Mey (1) ¿Cuál es tu libro pendiente más vergonzoso? ¿Cómo saber cuál es un libro pendiente vergonzoso? Puedo no estar de acuerdo con cualquier libro, más sin haberlo leído, como puedo abogar desquiciadamente y desesperarme por sentirme entre los pocos que hayan leídos otros. Es lo que me pasa con Claus y Lucas, de Kristof. Lo amo y siento que todos deberían leerlo, pero apenas si alguno lo conoce. (2) ¿Cuál es tu
ILUSTRACIÓN: Juan Carlos Onetti, por Patricia Gutiérrez. [Los adioses. Fragmento] Quisiera no haber visto del hombre, la primera vez que entró en el almacén, nada más que las manos; lentas, intimidadas y torpes, moviéndose sin fe, largas y todavía sin tostar, disculpándose por su actuación desinteresada. Hizo algunas preguntas y tomó una botella de cerveza, de pie en el extremo más sombrío del mostrador, vuelta la cara —sobre un fondo de alpargatas, el almanaque,
LA PAZPor Álex Ayala El periodista y fotógrafo boliviano Álex Ayala nos cuenta que, como por arte de magia, La Paz se pone en movimiento en apenas unos segundos y en plena madrugada florecen los portadores de oficios casi extintos. Desde soldadores hasta joyeros comienzan el día en una ciudad caótica que tiene sus reglas. Y para disfrutarla en toda su esencia uno debe sumergirse en ella con paciencia y sin anestesia. Para saborearla no
Sobre CeroCeroCero, de Roberto SavianoPor Isabel-Cristina Arenas – See more at: http://continuidaddeloslibros.com/libros/124-las-mafias-temen-a-los-lectores#sthash.2kHJ9PAZ.dpuf Sobre De la Ilíada, de Rachel BespaloffPor Martín Kohan Rachel Bespaloff se suicidó el 6 de abril de 1949. Dejó dicho, a modo de explicación, que lo hacía en razón de su “extrema fatiga”. Había pasado dos exilios, una depresión nerviosa; había pasado ya la guerra, lo peor de la persecución a los judíos había ya pasado. El de la “extrema fatiga” parece,
Santiago RoncaglioloPor Jordi Corominas i Julián A Santiago Roncagliolo no le gustaba jugar al fútbol. Odiaba la educación física por que “la educación física odia a los intelectuales”. Gracias al fútbol, dice, la ciudad se convierte en una especie de animal al acecho, que está tenso y de repente salta cuando llega un gol, ruge y se abalanza sobre ti. La Copa del Mundo de 1978 es el escenario ideal para que Félix Chacaltana, personaje
Sobre CeroCeroCero, de Roberto SavianoPor Isabel-Cristina Arenas Después de leer CeroCeroCero uno queda con la cabeza llena de rutas de transporte, un mapa con líneas de cocaína y nombres de narcotraficantes, también un poco agobiado de ver la verdad, de leerla y entender que es blanca, como el rastro de la droga más pedida en el planeta.
Por Pablo Javier Pérez López Detrás de la exquisita obra del poeta portugués Fernando Pessoa, se esconde un hombre tímido y misterioso. Peatón y oficinista. Un hombre educado y amable como todos los que saben sufrir, con los dedos amarillos y el hígado negro, un hombre que traduce cartas comerciales de día y escribe compulsivamente de noche. Un hombre que traba gran amistad con su barbero y que pide anticipos constantes para poder sobrevivir. Un
Por Flavia Company (1) ¿Cuál es tu libro pendiente/postergado más vergonzoso? Teniendo en cuenta que siempre he considerado que son los libros los que nos buscan y nos encuentran, se trata más bien de que algunos títulos han tenido la desfachatez de no hacerse los encontradizos conmigo o incluso la de apartarse cuando nos cruzamos. Quizás bajaron la cabeza, quizás miraron a otra, tal vez consideraron que no los iba a entender o que no