«Es tan importante como Gabo, con la diferencia de que tiene una producción corta y limitada- Fabio Rodríguez Amaya, editor de Moreno y profesor de literatura de la Universidad de Bérgamo. Marvel de mis ojos. Marvel maravilla. La etimología de su nombre, que muy probablemente viene del francés “merveille, «una maravilla» nos lo dice todo. Una escritora regia con una obra inacabada, cuya vida comenzó en Colombia, para trasegar y terminar en París. Su vida
EL TAPADO
Altiva y entusiasta, comienza sus actividades en las redes con algún tópico polémico. Mira de frente a la cámara, sin tapujos y con aire seguro, como quien guarda cosas en sus adentros que contar. Con una presencia característica, Florencia genera impacto: aunque instantáneo, también incierto. Capta, sobresalta e interpela la atención de sus seguidores y opositores. Politóloga, feminista, escritora, speaker e influencer. Madre a tiempo completo. Así se podría definir a una mujer que conquistó
“Si te contara toda la historia, nunca terminaría… Lo que me sucedió a mí le ha sucedido a mil mujeres”. Federico García Lorca Escucho de lejos el taconeo firme de unos pasos que van y vienen, el aire dulzón de un perfume me envuelve los sentidos y de repente el silencio es quebrado por una voz chillona que se deja abrazar por los aplausos. Carlota del Valle Dorado se presenta ante un público post pandémico
Las canciones de Él Mató son de esas que te hacen caminar flashando que estás en un videoclip. Quizás algo así le pasó también a Bruno Stagnaro cuando le propuso a Santiago Motorizado usar su música para la remasterización de Okupas. “Fue un sueño”, diría una y otra vez en varias entrevistas. Como quien necesita repetir muchas veces algo para creérsela. -Cada vez que sacamos un disco con Él Mató siempre tengo un grupo de
En la vorágine del particular año 2020, apareció en escena el último poemario de Claudia Masin: El cuerpo (Portaculturas, 2020). Sin duda alguna, su promesa permanece intacta: desobedecer y seguir desobedeciendo. La poeta y psicoanalista asume, una vez más, la magnífica y difícil tarea de desentrañar el deseo, aquella pulsión enigmática de la que estamos hechos; la que hace existir a los cuerpos. Al fin y al cabo, la desobediencia es condición sine qua non
Indudablemente somos seres sociales mediados por las palabras. Nacemos con una palabra que nos identifica, nos criamos con palabras que nos crean, nos educan, acusan, develan y/ o empaquetan. Bajo esta historia que nos antecede, la poesía como la expresión de la libertad nos brinda una puerta de escape, una ventana de emergencia, respira nuestra sensibilidad frente al mundo, contiene y libera nuestro legado, expresa nuestra identidad literaria y declara nuestra capacidad de felicidad. El
Camila Sosa Villada es, según las pocas biografías escritas en las contratapas de sus libros: escritora, ensayista, poeta, actriz, licenciada en Comunicación Social y estudió cuatro años de Teatro en la Universidad de Córdoba. A Camila, a veces, no le gusta que hablen de ella como tal. Como dijo alguna vez en alguna entrevista, ella es “todas estas Camilas y ninguna a la vez”, y muchas veces le “fastidia que hablen solo de sus trabajos”.
Se caen los párpados cuando la crecida de dulce de leche inunda la boca. Giran juntos la avena, las nueces y los suspiros de la propia humanidad. Es en Cabana donde se elaboran artesanalmente estos alfajores que saben a plenitud en la simpleza. Y es ahí, en ese poblado, donde elige vivir María Teresa Andruetto, la escritora cordobesa. Un camino desde la imagen hacia la voz dijo ella aludiendo a cómo le venía la poesía.
Marta Traba fue una voz inagotable para pensar Latinoamérica. Atravesó países y se atrevió a leer el arte y la cultura sin complacencias. Su encuentro con la muerte sucedió demasiado pronto. Junto con su compañero Ángel Rama y otros intelectuales latinoamericanos, muere en un accidente aéreo en el año 1983 cuando viajaban de España a Bogotá para asistir al Primer Encuentro Hispanoamericano de Cultura. Muerte pero no final. Si la persistencia del imaginar necesita rumbos
Franco Rivero construye una poesía en el filo del lenguaje, entre el español y el guaraní. Acude al paisaje para mirarse a sí mismo. Sus últimos libros Usted no viaja asegurado y Disminuya velocidad, recorren el tránsito de la infancia a la adultez, de Corrientes al Chaco, del Impenetrable al río Paraná y han sido reconocidos con el primer y el segundo premio del Fondo Nacional de las Artes en los últimos años. Es un